Una Madrugada de 2002

mis sueños me despertaron muy temprano
extrañas sensaciones de lejanía y soledad
anhelos escondidos del sabor a tu compañía
ensoñación color de amanecer en tus brazos
desenfrenada locura de miradas que se encuentran
sosiego repentino de un cálido abrazo al reencuentro
armonía infinita de saberte cerca...de saberte mía...

2 comentarios:

fernando bedoya londoño dijo...

Hola Leo, muy interesante lo escrito. Estoy atento a todo lo que aparezca. Anoche no pude ir a la cita porque estoy un poco "engripado", pero me pongo a disposición del equipo para asesorar a los nuevos que quieran hacer poesía. Entérenme via e-mail.

Fernando Bedoya L.

Strella Maris dijo...

Es un poema muy orgánico, vinculado con esas ensoñaciones que tenemos todos, esa sensación recurrente de volver a nuestra añorada Itaca.



Stella.

Publicar un comentario